Asamblea y paro de la Uocra en Bahía Blanca


La versión local de Gerardo Martínez

En asamblea, 800 trabajadores de la construcción, que se encuentran desempeñando distintas tareas para la gigante de la minería Vale, resolvieron un paro en reclamo de aumento de salario y mejores condiciones laborales como medidas de seguridad para terminar con “accidentes” fatales.

Los delegados, elegidos a dedo por la burocracia, pretendían levantar la medida de fuerza sobre la base de un supuesto arreglo con la patronal, pero “no decían qué porcentaje y si nos garantizaban las condiciones para trabajar seguros, simplemente repetían que la empresa no iba a negociar bajo presión” (nos dijo un trabajador).
En un primer momento prevalecieron los intentos de “persuadir” a los trabajadores, incluso con amenazas, para que vuelvan a sus puestos de trabajo. Oscar Destéfano (secretario de finanzas del gremio, que oficia como vocero de la patronal), planteó que no iban a tener el respaldo del sindicato y que iban a decretar la ilegalidad del paro.
La respuesta fue un repudio generalizado y se decidió continuar con la medida. “Advertimos que se trataba de una entrega. Arreglan a espalda nuestras sin consultar en asamblea, reciben la cometa y nosotros volvemos a trabajar con las manos vacías”, protestaron los compañeros.
Al día siguiente en la entrada de la planta, estaban apostados 50 matones, ajenos a la obra, armando dos filas (un túnel) esperando el ingreso de los trabajadores. A cinco de los voceros del activismo les propinaron una paliza para “aleccionarlos”.
La Uocra logró levantar el paro apoyada en ese lumpenaje que con “falopa y fierros” está dispuesto a todo tipo de agresiones. La complicidad de la empresa fue crucial ya que dejó pasar a la patota para “restaurar el orden”.

La violencia que se vive en la estructura nacional de la Uocra con el agente de la dictadura Gerardo Martínez a la cabeza, tiene sus ejecutores locales.
La descomposición imparable de la burocracia de la Uocra y sus esbirros va generando el antídoto para detenerla. En los lugares más avanzados -Sitraic es uno de ellos pero no el único-, se les está respondiendo con organización y lucha, enfrentando a las patotas. En este cuadro hay que trabajar en Bahía por el Congreso que convoca el Sitraic por un nuevo sindicato nacional de los trabajadores de la construcción.

Gastón

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